"Toc, toc, toc, toc...." Alguien llamó y Elise abrió la portezuela de invitados de su burbuja. Ahí estaba él: vestido de negro, con grilletes en los tobillos y en su cara llevaba escritas las palabras ira, dolor, desesperanza e impotencia. Su nombre era Pasado y era un compañero de ruta para Elise desde el minuto uno de su nacimiento. Tenía dos opciones: dejarlo pasar o cerrarle la puerta en las narices... pero luego pensó que si Pasado quería volver en algún momento ella no era quién para echarle de su vida, porque al fin y al cabo nunca podría renegar de él.
Una vez más todo volvía a donde empezó por poco que le gustase; por mucho que afectara a la estructura de su burbuja....
... todos tenemos un pasado.
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