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domingo, 23 de octubre de 2011

L'homme et l'ombre

Había una vez una sombra que vagaba solitaria, distante de todo aquello que pudiese delatar su presencia. Vestía una tupida capa negra con una enorme capucha que no dejaba pasar la luz hasta su piel... tanto se protegía que ni si quiera el rostro se le podía intuir...
Su presencia era etérea y de alguna manera todos sabían que estaba pero no se hacía notar... Quizás simplemente estaba de paso porque no le interesaba permanecer rodeado de necedad; de manera que, nadie llegaba a tener la oportunidad de descubrir qué había bajo esa túnica. ¿Era humano o se trataba tan solo de una oscura y fría sombra? ¿Qué podía ser tan vergonzoso para tenerlo escondido?

Cuentan que sólo salía de su casa en diciembre, el mes más oscuro y frío y que pasaba sin hacer ruido entre la multitud.... Sólo se le veía cuando cabalgaba a lomos de su gallardo corcel negro, que por todos era conocido por su espectacular y brillante pelaje. Cuando lo veían venir, a lo lejos, parecía que se estuviera acercando una brillante piedra de azabache.

Nadie sabía quién era esa misteriosa sombra....  
nadie....
Sólo hay una posibilidad de que vosotros sepáis algo de ella; pero tan solo es una historia que cuentan los viejos, una leyenda que nunca llegó a ser contrastada.....

Por lo que se decía en el pueblo hubo una persona que fue capaz de descubrir lo que había debajo de esa túnica: Cuentan que era humano, una persona de carne y hueso con la tez tan blanca que casi era transparente....  Por lo visto no escondía nada vergonzoso, pero se cubría porque era muy valioso lo que bajo esa túnica había.
Dicen que era un alma sedienta de luz, y que era tanto lo que la necesitaba que la protegía para que no se le escapase y así poder conservar también su calor.....

Nunca se dignaría a desprenderse de su capa y a descubrirse el rostro... no lo necesitaba; es más, hasta le podría perjudicar.....
Si alguien podía descubrir quién era esa sombra podía considerarse muy afortunado ya que él elegía con quién compartía su luz....

2 comentarios:

  1. Lo valioso ha de ser guardado. No permito que nada pueda dañarlo, es valioso... pero ¿para quién? Tan valioso como pueda ser el agua para el hombre sediento, o el oxigeno para la persona que se ahoga. A fin de cuentas, el sustento, compartir la luz con quien de verdad la necesite, aunque la persona desconozca esta necesidad suya.

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  2. Ojalá todo el mundo pudiese descubrir la luz y el calor bajo las túnicas que otros tienen.... significaría que el mundo sería un lugar en el que no cabrían la necedad, el egoísmo, el dolor, la venganza....
    Una utopía... pero seguramente muy aburrida.

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